domingo, 5 de mayo de 2013

Bo go tá

PENA AJENA BOGOTÁ 
Intro: ‘’ El país del Sagrado Corazón! donde la gente es amable, querida y hechaá pá laante, tenemos unas ciudades increíbles, los extranjeros la pasan del putas a donde quiera que vayan, en Bogotá cuando no llueve todos los días (tipo fin del mundo) el clima es el más cómodo para salir. Pero todo eso son patadas de ahogado cuando se piensa en la población que vive en la pobreza y la miseria y en las otras mayorías que son corruptas-estúpidas e indolentes. Tristemente el promedio de bogotanos es ramplón y vive de afán, busca cualquier forma de ahorrarse unos pesitos haciendo trampa -no respetamos las normas, somos intolerables, insensibles, inmediatistas, nos conformamos con tener trabajos mediocres y mal pagados, nuestra justicia es un chiste, nuestras autoridades están pintadas, los ‘’ladrones’’ terminan saliéndose con la suya y al bogotano promedio no le importa porque creemos que eso solo le pasa a los otros… Sí, yo sé, esto es una oda pesimista pero es que últimamente cada vez que dicen Los buenos somos más; en serio? Los malos somos más! Somos medio amables con las personas que medio conocemos pero con el desconocido (pobre del infeliz) algunos se matan por una silla azul o de cualquier color en un bus, se sientan y se ponen hablar con el compinche de cómo quieren la ciudad… yo pienso en ese instante “pues hombre que el divino niño y el sisben los ayuden…’’ Desafortunadamente de lo que lleva corrido este año han asaltado a varias personas que conozco… Las conversaciones con amigos terminan con las quejas sobre la inseguridad, las obras mal hechas y la corrupción. La verdad es que cada vez que uno sale para su casa en cualquier momento puede sufrir un atraco, la última vez que me vi cerca de ello fue llegando hace como un mes de la universidad: El querido señor conductor de Bus se detuvo y cogió un desvió, me toco bajarme! Iba caminando y de repente ‘’vi’’ a lo lejos a un ''man'' que al verme se paro separándose de la pared como haciendo una calle de honor (del horror) Yo no sabía qué hacer, la verdad (y en ese momento no cargaba ni la navaja, la cual hoy por hoy prefiero tenerla conmigo siempre) era yo solo, eran como las 10:40 p.m Pensé! si me devolvía, podía alcanzarme y peor! (huelen el miedo) vi una tienda y se me ocurrió entrar y pues menos mal tuve suerte! En la tienda había una familia y pues notaron mi cara de susto y me preguntaron Que pasaba? Yo exagere un poco la historia pero resultaron bien decentes. Me acompañaron hasta mi cuadra, parece poco pero esos detalles me hacen creer que entre tanto pícaro citadino aun hay esperanza. (Porque no es la primera vez que un desconocido me salva) Ahora bien, no falta preguntarse si de verdad me iban a robar? siempre he tenido buen ojo para identificar a estas ratas. Crecí en Bogotá y me he defendido bien hasta ahora (me han robado 3 veces – como máximo un total de 80 lks$) así que sí creo que esa noche me salve de llegar descalzo a mi casa.
Odio a la Bogotá de ahora… Haga lo que haga, salga a donde salga, siempre me siento expuesto en un taxi o bus, significa rezar todo el camino para que los que se suban sean de los buenos y no de los que hacen paseos millonarios y hurtos. Gracias a ‘’yisus’’ no estudio ni trabajo en Bogotá tiempo completo, estudio en Fusagasugá y aunque uno no puede dar ‘’papaya’’ en ningún sitio! Allí si me siento más tranquilo de caminar a cualquier hora… Por el momento aunque duela decirlo siento pena ajena por mi ciudad. 

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