jueves, 28 de abril de 2011

el porque de

las movilizaciones en las universidades publicas ...
Aún  recuerdo  con alegría  aquella tarde  de  noviembre en la que un  número publicado  en una  cartelera  nunca significo tanto  para mí. 
Yo, un  estudiante  de un pequeño colegio distrital había sido admitido en la mejor Universidad del País!!
Hasta este momento creía que solo era un privilegiado entre los miles que desean la misma oportunidad: no era consciente de que
tal privilegio traía implícitos muchos compromisos...

En los  pasillos de la  universidad es común escuchar conversaciones sobre el estreno de la última película, el parcial de cálculo, la rumba del viernes  o la  práctica de química.
Seria genial que el día tuviera no 24  sino 48 horas para alcanzar a hacer tantas cosas.
Rara vez queda tiempo para sentarse a leer un periódico, y  al igual que el resto del país, nuestro único contacto con la realidad nacional son los noticieros que escuchamos de fondo en medio del almuerzo o la  cena.
Noticieros emitidos  por los dos  únicos  canales privados,  pertenecientes  a los  dos  grandes  grupos  económicos de Colombia, por  lo que  sería demasiado ingenuo creer cien por ciento  en  su  imparcialidad.
Aun  así casi la totalidad de  las personas  aceptan como verdades absolutas lo que se emite  por  estos canales, sin siquiera cuestionar un poco  su objetividad.
La  consecuencia  de  esto  es que  asombrosamente  Colombia  es  un  país “derechizado” (uno de los pocos  en la  región) a  pesar  de  tener uno de los  niveles de pobreza y desigualdad más altos de  Latinoamérica.
A través de RCN se ve un país  próspero, en el que  el gobierno pasado y  el  actual solo toman decisiones acertadas  sobre el rumbo  del país, decisiones que quien se atreva a  cuestionar inmediatamente  es estigmatizado y tildado con los peores  adjetivos.
Pero  nunca  se ve  la “otra Colombia” ,  aquella  en la que  la  mayoría de  las  personas  hacen milagros todos  los  días para  mantener a sus familias con un salario mínimo, en la que  miles de estudiantes  que terminan el bachillerato  salen  a estrellarse  con  una  realidad que  les niega  el  derecho  a  la  educación  superior, pues las tarifas  de  las universidades  privadas  son impagables para  la mayoría y los cupos en las universidades  públicas  son extremadamente escasos.
La  televisión  vende  la idea  de  que en algún  momento  mágicamente y sin saber cómo, seremos  ricos y podremos  vivir como  en las  telenovelas. Pero esto es pura ficción, la realidad  es que sin verdaderas posibilidades de  educación superior y con una oferta salarial diseñada  no para  reconocer  el  esfuerzo de  los  trabajadores, sino  para  enriquecer  a los empleadores, la mayoría de los colombianos estaremos siempre  condenados  a  la  pobreza.
Es  el momento  de  despertar,  de  reaccionar,  de  tener  una  actitud crítica, de atrevernos  a  cuestionar  las  directrices que  se nos  imponen, como  la  actual reforma  a la Ley  30. Este es un llamado no  para  promulgar y hacer  propaganda a  ideologías políticas, sino  para  reconocer nuestra obligación como estudiantes de la Universidad  Pública  de reflexionar y debatir los problemas del país, de  reconocer nuestra  obligación  de  representar y  ser la  voz   de  eso  miles  de jóvenes  que  no tuvieron  la  misma  oportunidad  que  nosotros ... de ingresar a la educación superior publica Colmbiana.

By : estudiante de medicina de la U.N

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